Volver a Reflexiones

Javiera Donoso

Este ramo fue una experiencia súper distinta a lo que estoy acostumbrada en la universidad, pero al mismo tiempo muy necesaria. Más que aprender solo la teoría, me llevo aprendizajes sobre el trabajo en equipo, el liderazgo y la importancia del juego como herramienta para conectar con otras personas. Algo que me gustó mucho fue volver a jugar sin tanta presión, como cuando uno era chico, y darme cuenta de lo bien que hace simplemente reírse, moverse y compartir con otros. Durante los dos primeros meses semestre no pude participar físicamente en los juegos porque tuve un esguince en el tobillo, lo cual me hizo frustrarme un poco porque tenía muchas ganas de jugar, pero con el tiempo me di cuenta de que observar desde afuera también me enseñó mucho. Pude ver cómo se organizaban los grupos, qué estrategias utilizaban, entre otras cosas, y siento que esa perspectiva me hizo valorar mucho más cada actividad cuando finalmente pude integrarme. Cuando empecé a participar de los juegos lo disfruté muchísimo más, porque sentí que reconecté con la capacidad de disfrutar el momento, de equivocarse, de reírse con otros y de confiar en el grupo. También me gustó mucho conocer personas de otras carreras, con formas de pensar muy distintas, pero todas con mucha energía. Además, una parte que me gustó mucho del ramo fue cuando nos tocó dirigir juegos, porque cuando dirigí el juego frente a mis compañeros, fue muy bonito ver como todos participaron con buena disposición. En general, me quedo con una sensación muy linda de este ramo, fue un espacio distinto, entretenido y muy humano. Me voy agradecida de la experiencia y con recuerdos que voy a valorar mucho.

Compartida el 22 de noviembre de 2025, 20:12 hrs
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